miércoles, 28 de mayo de 2008

El hijo del mal (Joshua)

El hijo del mal: y aquí tenemos una muestra más de porqué no se deben traducir las propuestas que nos llegan de los USA y respetar el título original de la cinta (Joshua). El director de El hijo del mal, George Ratliff, no debía tener muy claro que hacer con su obra creo yo. Pues más que nada se ha limitado a copiar grandes clásicos como La profecía de Richard Donner o la obra maestra La semilla del diablo de Roman Polanski. Ha querido hacer un batiburrillo de cintas con niños malos y le ha salido el tiro por la culata, pues el resultado final es un film insulso, con interpretaciones planas y carentes de tensión e inquietud narrativa.

La premisa de la que parte El hijo del mal no es mala -valga la redundancia- pero a medida que avanza, se va diluyendo y nadie es capaz de sacarla a flote. Narra la historia de Brad y Abby Cairn, aparentemente los padres perfectos, y que están celebrando el nacimiento de su segundo retoño, Lily. Su primer hijo, Joshua, no es un niño corriente. Tiene una inteligencia excepcional, buena educación y una precocidad que asusta. Y ahora, parece cada vez más infeliz con su nueva vida, en la que sus padres adoran a Lily mientras que él, callado, toca el piano en un rincón.

Tampoco puedo evitar sacar paralelismos con una cinta olvidada del más olvidado aún Macaulay Culkin, El buen hijo. De hecho, los parecidos con esta son más que notables en comparación con las obras clásicas mencionadas anteriormente. Pues tanto La profecía como La semilla del diablo nos remitían directamente a contexto demoníacos y satánicos, donde el diablo hacia de las suyas. En cambio, las referencias con El buen hijo son muy visibles, pues se nos presenta la maldad hecha niño, sin ningún atisbo de implicación satánica. Pura perversión engendrada gracias a los celos que siente, en este caso a su hermana.

Y es como ya he comentado, la cinta parte de una premisa más que aceptable, generando en el espectador esa sensación de curiosidad por ver como actuará el niño frente a la intromisión de su hermana en su vida. Pero a medida que avanza, observamos que esa curiosidad se convierte en tedio, y el ritmo de la cinta resulta plano y aburrido. En mi caso, no consiguió conectar conmigo en ningún momento, salvo en los minutos iniciales; el resto me dejó completamente indiferente. El hijo del mal no aporta nada nuevo al género, y muestra una vez la carencia de ideas creativas en el mundo de Hollywood, cayendo una y otra vez en la reiteración y plagio de los elementos clásicos del género.

En cuanto a las interpretaciones, únicamente se salva un predispuesto y correcto Sam Rockwell, ya que tanto la madre, Vera Farmiga, como el repelente niño Jacob Kogan están para mandarlos a la quema de actores. La madre tiene un pase, pues con su sobreactuadísima actuación intenta transmitir esa desesperación y locura que siente su personaje. Pero al niño no hay por donde cogerlo. Resulta carente de expresividad y de lo más repelente. Se pasa toda la película con la misma cara de pánfilo. No refleja ninguna emoción ni implicación con su personaje, acabando siendo plano y dándote ganas de cogerle y darle un buen par de leches. El crío quiere ser el nuevo Damien (sacrilegio, pues Damien siempre será Harvey Stephens), pero desgraciadamente se queda en un pequeño angelito, eso si, con ganas de tocar un poco los cojones a su padre.

En resumen, una mediocre propuesta que se queda simplemente en una buena premisa, siendo incapaz de avanzar en una historia más o menos interesante y que inquiete al público. Se hecha en falta un poco más de tensión en algunos momentos demasiado blandos. A medio camino entre La profecía y La semilla del diablo (pero sin las connotaciones diabólicas), El hijo del mal se convierte en la cinta perfecta para un domingo por la tarde. Indaga más en el drama familiar psicológico que en su lado más oscuro o terrorífico, siendo este su mayor pecado. No pretendan buscar mucho más en ella. Puntuación: 5,5 sobre 10.

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domingo, 25 de mayo de 2008

Supersalidos

Supersalidos: no hay que dejarse engañar por el banal titulo de esta película, puesto que en su mayor parte sorprende y para bien. Hará cosa de unos cuantos meses cuando se estreno en cartelera, me llamó la atención las grandes críticas cosechas por el mundo cinematográfico hacia una cinta que llevaba por titulo Supersalidos, y por lo que se adivinaba de ella era como una nueva revisión de American pie. Una nueva revisión de la típica comedia adolescente americana llena de lenguaje soez, desnudos gratuitos y sin ningún fondo que sacar en claro. A ver, no os voy a negar lo del lenguaje soez, que lo tiene y mucho, pero a grandes rasgos la cinta de Greg Mottola es un soplo de aire fresco para los anticuados y chabacanos enfoques que había adoptado la comedia juvenil en la última década.

En Supersalidos se da una vuelta de tuerca de más al género de la alocada comedia americana, destilando sencillez y naturalidad a partes iguales. Mottola ha creado una hilarante propuesta muy en consonancia con la famosa cinta de Judd Apatow, Virgen a los 40, y su más reciente aunque de menor calidad -para mi gusto-, Lío embarazoso.

Todos y cada uno de los personajes que dan forma a Supersalidos son unos meros arquetipos de perdedores. Destaco, como no, a McLovin como el superhéroe de la cinta. McLovin es el indescriptible y desternillante personaje de Supersalidos (pese a aparecer en un segundo plano). Recuerden a McLovin porque marcará un antes y un después en este tipo de comedias. Sobre él se suceden las secuencias más divertidas y gamberras. Junto a McLovin, están un muy divertido también Michael Cera (al que ya vimos en la maravillosa Juno) y Jonah Hill como amigo inseparable de Cera. Mención aparte merecen también la pareja de polis mega-excéntricos, irreverentes y surrealistas. Que gran composición de personaje se ha conseguido en Supersalidos, gracias al trabajo de Seth Rogen y Evan Goldberg, basado principalmente en experiencias autobiográficas.

Tres personajes y tres formas distintas de ver al sexo opuesto. Tres perdedores de la vida, pero cada uno con su estilo, que hacen de su personaje un entrañable recuerdo. En esta comedia no salen supuestos adolescentes de 20 muchos años sodomizando tartas de manzana. Es una película que habla sobre la amistad y también sobre el sexo y como influye en el comportamiento de los adolescentes.

En resumen, es una buena joya de la comedia contemporánea y una gran entretenimiento con su puntito nostálgico y melancólico de cara al ultimo tercio de la cinta. De esta manera el visionado puede suponer un carrusel de emociones, un viaje desde la sonrisa y la carcajada a la melancolía y tristeza. De aquí a unos años me gustaría recordar a Supersalidos como un bello retrato de amistad más que como una simple película divertida. Atención a los títulos de créditos finales. Todavía me estoy riendo... Puntuación: 7 sobre 10.

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jueves, 22 de mayo de 2008

Trailer de Vicky Cristina Barcelona

Aunque no se trate del trailer original (espero porque es bastante flojo) de la nueva película de Woody Allen, el primer metraje difundido de Vicky Cristina Barcelona ha dado la vuelta al mundo en menos de un día. En él podemos comprobar, como el afortunado Javier Bardem se hincha a dar besos y a retozar con las dos inmensas bellezas que encabezan el reparto del próximo estreno de Woody Allen. Efectivamente me estoy refiriendo a la guapísima Scarlett Johansson y a la sensual Penélope Cruz.

De fondo suena una de las canciones de la banda sonora, interpretada por Giulia y los Tellarini. Mientras, se ven imágenes de la Ciudad Condal y del actor echándose en brazos de las chicas; Scarlett Johansson, Rebecca Hall y algún roce con Penélope Cruz. Pero también, y por primera vez, se han podido ver las imágenes de la parte asturiana del rodaje de Woody Allen, que se pasó rodando toda una semana en julio por Oviedo, Avilés y Siero.

En Vicky Cristina Barcelona y a caballo entre Asturias y Barcelona, Allen se trajo a su musa, Scarlett Johansson y la puso al lado de los actores españoles que más pegan en Hollywood: Penélope Cruz y Javier Bardem.


Vicky Cristina Barcelona se presentó en el Festival de Cannes el sábado pasado fuera de concurso con Woody Allen acompañado de su trío de actores; y sólo unos pocos afortunados podrán ver por fin esta esperada cinta. El filme cuenta la historia de un pintor (Bardem) que conoce a dos turistas norteamericanas (Hall y Johansson). Su vida se complicará cuando aparezca su celosa ex novia (Cruz), que traerá de cabeza al artista.

Vicky Cristina Barcelona se estrenará en España el próximo 19 de Septiembre de 2008. Hasta entonces, os dejo con el trailer.


lunes, 19 de mayo de 2008

Elegy

Elegy: indiferencia es el mejor adjetivo que he encontrado para resumir la última cinta de Isabel Coixet. Tras los dramones -y buenas obras- Made in Coixet como Cosas que nunca te dije, Mi vida sin mí o La vida secreta de las palabras, decidí ir a ver Elegy, segunda película española que iba a ver al cine tras la fallida y algo decepcionante, Cobardes. Desde mi humilde punto de vista, Elegy no llega a las cotas alcanzadas con producciones como Mi vida sin mí o La vida secreta de las palabras, resultando una obra por momentos vacía y carente de emociones. Isabel Coixet se ha preocupado más en rellenar su obra con multitud de citas filosóficas y llenas de trascendental sentido -para ella- pero vulgares en el fondo. Ha adornado su obra con un exceso de almíbar e imágenes bellas, pero irónicamente sosa en cuanto a trasfondo y conclusiones.

Que vaya por delante, que Isabel Coixet es una directora que me gusta, y que considero a Mi vida sin mi su mejor cinta hasta le fecha y una de las mejores de 2003. Pero con Elegy se ha derrumbado estrepitosamente. Visualmente perfecta y con una banda sonora impecable, Elegy en conjunto está vacía. No aporta ningún sentimiento ni emoción (pecado en la Coixet) y abusa de una formula llena de tópicos repetitivos y con cierto regustillo a poesía pseudointelectual y fondo filosófico que tanto gustará a los críticos gafapasta.

Su principal error radica en una puesta en escena artificiosa y totalmente buscada para generar una falta empatía con el espectador. Mientras que en sus dos obras anteriormente citadas, el dolor interior, sufrido en silencio y soledad, lograba generar un clímax de intimismo y emoción surgido en base a la naturalidad y sinceridad, en Elegy estos sentimientos son buscados directamente, abandonando toda sugerencia y buscando un ambiente dramático que tan bien funciona entre el público.

Isabel Coixet ha adaptado la obra de Philip Roth, El animal moribundo, en Elegy. Pero la ha adaptado de una fría y distante que no respira el mismo aire fresco ni la misma intensidad emocional que las anteriores. Ha construido su obra con unas piezas prefabricadas sustentadas en una obra totalmente artificial, y aderezadas con una repetitiva e insoportable voz en off de su protagonista, David Kepesh (Ben Kingsley).

Consigue un aprobado alto gracias en buena parte el completo reparto que tiene, con un magnifico y poderoso Ben Kingsley, una perturbadora Penélope Cruz y un completo -como siempre- y algo distante en la obra, Dennis Hopper. Pese a las buenas interpretaciones que tiene Elegy, ninguno de los personajes consigue llenar ese vacío de emociones tan propio del cine de Isabel Coixet. Pese a todo, la difícil búsqueda de química entre Kingsley y Cruz se hace llevadera gracias a las estupendas actuaciones de ambos, creíbles en todo momento.

Visualmente me ha encantado Elegy. Con una fotografía de lo más cuidada, busca siempre el interiorismo asfixiante de los apartamentos, simulando la angustiosa vida de ambos protagonistas. Con unos magistrales primerísimos planos, sencillos y a la vez elegantes, la cámara se mueve de forma majestuosa durante todo su metraje (atención al plano en el desnudo de Pe). Todo ese poderío visual se complementa a la perfección con una bellísima y elegante música, la cual redondea el aspecto técnico de la obra, y ensalza el apelativo de drama romántico a la cinta.

Elegy acaba siendo una obra quizá demasiado pretenciosa y vacua para el tema que trata, el ser humano y su incapaz de madurar y crecer. Como ya he comentado, abusa en exceso del recurso voz en off y sus reflexiones filosóficas son del todo artificiosas y demasiado burguesas. Destaca su portentoso apartado técnico y unas notables actuaciones. Puntuación: 6 sobre 10.

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jueves, 15 de mayo de 2008

Casual day

Casual day: ¿quien dice que en España no se hacen buenas producciones? ¿Quien dice que no se puede comparar el cine nacional con el cine yanqui? ¿Quien dice que en el cine español está todo inventado? La verdad es que no entiendo a toda esa panda de detractores del cine español en favor de un cine efectista y repetitivo hasta la saciedad como el americano. Tanto aquí como allí hay de todo, igual que en Francia, Italia o Gran Bretaña. Mientras allí se dedican a hacer Scary movie, Date movie o Casi 300; aquí tenemos Torrente, Isi/Disi o Los managers. Lo único que hace falta para hacer una buena película en España es una buena idea, darle forma con un notable guión, escoger un reparto acorde y lo más importante: ponerle ilusión y ganas de sacar adelante el proyecto. Y eso es lo que precisamente le ocurre a Casual day.

¿Que es el "Casual day"? El "Casual Day" es una práctica empresarial importada de Estados Unidos. Algunas empresas aprovechan el viernes para hacer un viaje al campo y realizar distintas actividades que fomenten las relaciones personales de sus trabajadores, reduzcan el stress y mejoren la actividad empresarial. Pues precisamente de esta idea, una gran idea, parte la cinta del (casi)debutante Max Lemcke. Un soplo de aire fresco para el cine nacional, y la mejor producción española desde Bajo las estrellas.


Con un entorno y enfoque relativamente parecido a otras obras nacionales y de excelente calidad fílmica como Smoking room, El principio de Arquímedes o El método, Casual day en este caso centra toda su atención en las relaciones personales ajenas al entorno laboral (están en el campo) entre empleados y jefes, entre presas y cazadores; y en concreto en el funcionamiento y gestión de grandes multinacionales en favor de que fluya el flujo de dinero y en detrenimiento del propio empleado. Al fin y al cabo, Casual day habla sobre lo que hoy en día todos sabemos y conocemos, los ámbitos humanos en la realidad pura y dura del mundo laboral. La cinta de Max Lemcke es una ácida radiografía coral humana llena altas cotas de ironía y mucha mala leche dirigida a un publico sobrio y muy concreto.

En el apartado técnico destaca una fotografía oscura de apabullante calidad que juega con unos tonos apagados muy elegantes y buscando siempre los primeros planos en el elenco de actores y actrices (muy al estilo de Smoking room). Me ha encantado la elegancia del movimiento de cámara, la búsqueda del contrapicado en la figura de Juan Diego y un par de planos que son para enmarcar. Con una ausencia musical durante su visionado, me parece un acierto dotar únicamente con el poder de la palabra a sus personajes, huyendo de efectismos y demás recursos artificiales.

Otro de los puntos fuertes de Casual day recaer en el reparto coral que da forma a la cinta. Un excelente mosaico que recoge todas las personalidades posibles en el entorno laboral: el jefazo, el trepa amigo del jefazo, el pelota, el enchufado, el psicólogo, la inocente, el gracioso, el sindicalista... Todos y cada uno de ellos están perfectos, pero por encima de todos destaca un inmenso Juan Diego que se merienda el guión y al resto del reparto. Es impresionante la capacidad que tiene este hombre de absorber a un personaje y dotarlo de la personalidad que exige el guión. Me faltan adjetivos para describir el fantástico papel que lleva a cabo en Casual day, capaz de reflejar esa falta de escrúpulos en un personaje complejo de darle vida en la pantalla. Le otorga toda la bis cómica que necesita y a la vez esa mala lecha que tanto aflora. Impagable la escena de la presentación de su personaje, explicándole a su yerno el porqué tiene un Audi A8 y no un A3, un A4 y un A6.
Destacar también las apariciones del siempre sobrio y efectivo Luis Tosar (perfecto como siempre), unos correctos Javier Ríos y Alex Angulo, un simpático Arturo Valls, una elegante Estíbaliz Gabilondo, un extraño Alberto San Juan como psicologo, unas fugaces apariciones de Marta Etura y Malena Alterio y un sorprendente Secun de la Rosa (cada vez me gusta más este actor, capaz de hacer de inocente estudiante de derecho, de gay o de empleado de una gran multinacional).

En resumen, Casual day es una hilarante propuesta sin salidas de tono y carente de lenguaje soez y vacío, con unos diálogos en forma de dardos envenenados. Coral retrato humano sobre el ambicioso y duro entorno laboral que aboga todo su potencial en la sencillez y humildad huyendo de un artificioso efectismo y centrando toda su calidad en un milimétrico guión, bien escrito y mejormente resuelto e interpretado. El tiempo y las escenas están calculados a la perfección. Tiene un ritmo alto que no llega a decaer en ningún momento, y su excelente uso de la ironía en un tono tragicómico hace de Casual day una cinta casi perfecta. Con una fuerte critica social al mundo laboral y a las relaciones humanas que en él se producen, la obra de Max Lemcke es de largo, la mejor cinta que ha pasado por nuestra cartelera en los 5 meses que llevamos de 2008, creo que sin lugar a dudas será el referente en la cartelera nacional de este año. Esperemos que la Academia no se olvide de ella y se lleve su tan merecida recompensa en la próxima edición de los premios Goya. Casual day es una elegante propuesta nacional y todo un gusto para los sentidos.
Puntuación: 8,5 sobre 10.

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lunes, 12 de mayo de 2008

Gordos, nuevo proyecto de Daniel Sánchez Arévalo

El director Daniel Sánchez Arévalo, que trabaja estos días en Cantabria en el rodaje de su segunda película, Gordos, hace en esta ocasión una apuesta bastante más arriesgada, más dramática y a la vez con más comedia, en la que asume también nuevos retos, después del éxito cosechado con AzulOscuroCasiNegro.

Y es que tras AzulOscuroCasiNegro, su ópera prima, el director y guionista madrileño Daniel Sánchez Arévalo volverá a formar equipo con la productora Tesela para sacar adelante su siguiente película, una comedia dramática coral que llevará por título Gordos y en la que contará con la presencia destacada de Antonio de la Torre, quien ganó uno de los tres Goyas que se llevó su anterior trabajo, Raúl Arévalo y Verónica Sánchez.

El presupuesto de Gordos rondará los 7 millones de Euros, y el rodaje se extenderá durante dos semanas en Santander, para luego desplazarse a Madrid otras cinco semanas más de rodaje.

Gordos gira en torno a una terapia de grupo de gente con problemas relacionados con la obesidad y se presenta como una comedia sobre los excesos y las carencias de la vida, sobre los complejos, fobias, obsesiones, traumas, deseos, ilusiones y retos, en definitiva, sobre la supervivencia en el más amplio sentido de la palabra.


Repite además con algunos actores, como Raúl Arévalo o Antonio de la Torre con quienes ya trabajó en su anterior cinta, AzulOscuroCasiNegro. En el caso de este último, el director lo considera su "muso", su "fetiche" porque, según dijo, tienen sensibilidades "parecidas" y el actor es como su "alter ego".

Daniel Sánchez Arévalo aseguró que escribió el personaje para De la Torre, como ya hizo en AzulOscuroCasiNegro, y en el caso de Verónica Sánchez, tuvo claro que tenía que ser ella nada más tener el guión, porque necesitaba una actriz "muy valiente y arriesgada", dispuesta a engordar entre 10 y 15 kilos porque interpreta a una embarazada.

Esos cambios que deben sufrir los actores -Antonio de la Torre gana 30 kilos para la película- marcan el rodaje de la película, que será largo. Comenzó en diciembre y esperan terminarlo hacia finales de octubre de este año.

La película, cuyo reparto completan Roberto Enríquez, Pilar Castro, Fernando Albizu, María Morales, Adam Jezierski, Roberto Alamo y Leticia Herrero, llegará a los cines "como pronto en primavera y como tarde en otoño" de 2009, apuntó el director.


Personalmente, como profundo admirador y enamorado (con permiso de mi chica) de Verónica Sánchez espero que el estreno sea más temprano que tarde, y pueda disfrutar otra vez con Verónica en la pantalla grande. AzulOscuroCasiNegro me gustó mucho, así que espero que esta nueva cinta de Sánchez Arévalo colme mis expectativas. Veremos..., aunque con la sola presencia de Verónica Sánchez -aunque salga embarazada- a mi me sobra y me basta.

viernes, 9 de mayo de 2008

Cobardes

Cobardes: tras Tapas, el magnífico debut en la dirección cinematográfica por parte del televisivo José Corbacho y su amigo Juan Cruz, esperaba con Cobardes un paso adelante en cuanto a la carrera fílmica de este dúo, pues iban a cambiar del tono tragicómico visto en Tapas a un registro mucho más dramático, exigente y de candente actualidad. Pero desgraciadamente, el tandem Corbacho&Cruz parece que no llega a funcionar en su máximo esplendor como lo hizo en Tapas y se diluye en forma de una obra menor a la que nos esperábamos.

Con unos originales títulos de crédito iniciales, mezclados a la par con un frenético montaje en forma de persecución callejera (abusivas, pues las veremos hasta tres veces en los escasos 90 minutos de cinta), Cobardes mantiene una estética bastante normalita y nada virtuosa, lo cual va en consonancia con el contexto del film y su entorno de grabación.

En primer lugar hablaremos de los puntos a favor que le encuentro a la obra de Corbacho&Cruz. Se nota que el guión está bastante trabajado y dirigido a un público adulta y con la cabeza bien amueblada (pese a la constante e irritante BSO). Me gusta la forma que C&C han adoptado para narrar la historia de Cobardes, con esa doble perspectiva que se da entre el acosador y el acosado. Hubiera sido muy fácil centrarse única y exclusivamente en lo mal que lo pasa el acosado, pero resulta todo un acierto intentar demostrar el porqué el acosador actúa de esa manera. A partir de aquí se construye un relato bien definido y con una realidad bastante evidente (salvando las distancias). Muy correcta veo la actitud tomada por C&C al no querer adoctrinar a su publico ni imponer ningún tufillo moral sobre el bien y el mal. Se posicionan, pero sin juzgar y sin caer en la evidencia, juegan con esa dualidad moral que pondrá en entredicho al espectador. Por último, decir que el plano final que cierra la cinta de Cobardes me parece el mejor de toda la película. En ese plano queda patente toda la filosofía expuesta y me parece que es el mejor final que podía tener.

Destacar también la labor en las actuaciones del reparto adulto de Cobardes. En especial de una correcta y sobria Elvira Mínguez, perfecta al igual que en su anterior colaboración en Tapas. Un jocoso Lluis Homar es también de lo mejorcito de la cinta en cuanto a reparto. Y por supuesto, una sorprendente Paz Padilla cambiando de registro y adquiriendo tintes dramáticos. Pese a que encuentro totalmente vacío y mal dibujado su personaje, es de agradecer su nuevo registro en el género del drama.

Ahora vayamos a los puntos débiles de Cobardes. Primero esa estética y montaje costumbrista, más propia de telefilme televisivo financiado por cualquier cadena privada que de una obra cinematográfica. Está bien que no quieran rodar una megaproducción, pero es de juzgado de guardia ver en el cine, algo que podría haber sido un capitulo largo de Hospital central o El comisario.

Por otro lado, no me ha gustado la escritura y construcción de los personajes. Me resultan vacíos y carentes de personalidad, sin llegar a profundizar lo más mínimo (ni siquiera en el protagonista). Son todos en su mayoría meros arquetipo preconstruidos (el niño bueno pero raro, el niño cabrón y malo, el padre despreocupado, la madre concienciada, el "amigo" regala-consejos ajeno a la familia, la chica que ayuda al niño bueno etc.

En contraposición a su reflejo de la realidad del mundo del acoso escolar o bullying quedan patentas algunas reacción totalmente falsas a lo largo de su visionado, como por ejemplo la actitud de acercamiento que tiene la chica hacia el chaval acosado, la cual no le importa relacionarse y salir con él, cosa que me parece de lo más irreal conociendo la personalidad de la chavalería actual. Ninguna chica de 15 años se dejaría ver con el apestado del instituto.

Y por último resaltar la nefasta actuación interpretativa de todo el elenco de adolescentes que completan el reparto de Cobardes. Me parece un pecado imperdonable la elección del personaje de Gaby (Eduardo Garé) y protagonista absoluto de la historia. Es vergonzante la interpretación que realiza, carente de implicación, emoción y sensibilidad. Cierto es que todavía es muy joven, pero seguramente habrían más chavales capaces de hacerlo mucho mejor, con mayor naturalidad y expresividad. Maneja los silencios con bastante acierto, pero cada vez que abre la boca para soltar alguna frase, la caga y mucho. El personaje femenino que le acompaña tampoco es que lo haga mucho mejor, pero a su favor está en que simplemente es un secundario, y no recae sobre ella el peso global de la cinta. Desde mi punto de vista, creo que el único que se salva es el acosador (Eduardo Espinilla), cerrando una actuación mínimamente aceptable y aprobada por los pelos.

Cobardes parte de una buena idea inicial pero se esperaba mucho más de ella. No es una continuación dramática de Tapas ni mucho menos y el elenco adolescente deja mucho que desear. Podrían haberse sacado mejores resultados de ella. Aceptable pero obra menor a su antecesora, Tapas. Puntuación: 6 sobre 10.

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martes, 6 de mayo de 2008

A l'interieur

A l'interieur: aquí vemos una vez más el problema que tienen algunas producciones pequeñas en cuanto a dinero y distribución a la hora de llegar a todos los países. Y es que yo entiendo que es difícil que a nuestro país lleguen todas las cintas que se producen en Europa y los USA, pero creo que es un pecado que obras de la calidad de A l'interieur se queden sin una distribución y promoción adecuadas a la brillantez fílmica de la cinta que nos propone nuestro país vecino. Es de sobra conocido por todos la novedosa vertiente de cine de terror de calidad que nos vienen invadiendo los últimos años desde Francia, donde producciones con escasa promoción internacional se están haciendo un hueco cada vez mayor entre los amantes de dicho género, gracias en buena parte a los distintos festivales organizados tipo Sitges, que sirven como único trampolín y oportunidad para dar el salto internacional. Y eso es precisamente lo que le ocurre a A l'interieur.

A l'interieur es una obra firmada por los realizadores franceses Alexandre Bustillo y Julien Maury (que bien se lo debieron pasar durante el rodaje) de indudable perversidad que hará las delicias de todos los que nos consideramos goremaníacos. Llevaba ya tiempo esperando que la edición en DVD llegara a nuestro país, pero tras meses de esperar decidí abandonar mis esperanzas y hacerme con una versión original con subtítulos en castellano para poder disfrutar de la última joya del cine de terror francés. Tenía unas expectativas elevadísimas con este film y para ser sincero no me ha defraudado en absoluto. Tampoco es que las haya sobrepasado, sino que simplemente me ha aportado todo aquello que me había generado. Y es que como me ocurrió tras ver la impresionante Alta tensión del genio Aja, confirmo que me encandila la forma en que los franceses dan forma al terror y a todo lo que él genera -véase litros y litros de hemoglobina-.

A l'interieur es muy clara en su planteamiento. 80 minutos escasos de una tensión desbordante. 80 minutos de una perturbadora y opresiva puesta en escena. 80 minutos de duelo interpretativo entre dos féminas que lo bordan (atención a una perfecta Béatrice Dalle). 80 minutos de una angustiosa ambientación y entorno. Y lo que es más importante, 80 minutos de autentica masacre visceral, sanguinaria y perfectamente visual carnicería humana no apta para estómagos delicados. Y es que si por algo destaca A l'interieur no es precisamente por una genuina historia, sino por una brutal y explícita violencia poco -y mal- vista en el cine USA y perfectamente retratada en el terror gabacho. Para alguien como yo, amante y cinéfilo asiduo al género gore, slasher o de terror simplemente, resulta muy complicado que una obra de estas características te deslumbre o te impacte mínimamente, pero es que la experiencia que tengo con A l'interieur (y tuve en su día con Alta tensión) es de lo más satisfactoria. Si les impactó la presentación del asesino en Alta tensión, prepárense porque llega A l'interieur.

Pero hablemos claro, A l'interieur empieza mal, pese a unos originales y viscosos títulos de crédito. Empieza lenta, sin saber muy bien que está pasando, y a los 2 minutos de película, con el accidente de coche, ya sabes como va a acabar todo resultando previsible al 100% (aunque acertadamente al final no resulta así del todo). Pero que quieren que les diga, me importa poco su previsibilidad y su desarrollo inicial, pues a partir del minuto 30 es cuando empieza lo bueno, dando un giro argumental y narrativo de 180º y entrando de lleno en el cine slasher.

La gran baza de A l'interieur recae en su técnica y estética visual. Pocas veces hemos visto una sangre tan real en la pantalla, manchándolo y salpicándolo todo y a todos (atención a como es el baño al principio y como queda al final). Tiene unos efectos visuales y de casquería muy conseguidos con una densidad hemoglobínica logradísima y chorreante. La atmósfera que envuelve la casa es lúgubre y la fotografía gélida por momentos y cálida en otros, buscando siempre el impacto de la sangre en la pantalla y generando el contraste de esta (tonos calidos) en contraposición a decorados donde predominan los tonos fríos.

A destacar como he dicho -entre otras muchas cosas- la interpretación del reparto femenino, brillante en algunos momentos y sobreactuado en otros (en particular la versión malvada del personaje de Béatrice Dalle), y con algunos momentos irracionales como el cambio de personalidad en la heroína, embarazada, herida y con lanza en mano. No hay quien se lo crea. Reseñable también es la presentación de la agresora en la acción, la acertadísima banda sonora, estruendosa por momentos, pero en líneas generales muy bien escogida. Y por supuesto, un perfecto final que da cierre a la obra en oposición al clasista happy end que abunda tanto en el género.

Resumiendo, A l'interieur es la salvajada hecha cine. Dura y dificil de ver, pocas veces una cinta puede herir tanto la sensibilidad del espectador menos acostumbrado a este tipo de obras. Recomendable al 100% para amantes del terror y gore francés, A l'interieur es una sanguinaria propuesta que revolverá los estómagos de todo el que la vea. Impactante, transgresora y brutal. Puntuación: 8 sobre 10.

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