Cobardes: tras Tapas, el magnífico debut en la dirección cinematográfica por parte del televisivo José Corbacho y su amigo Juan Cruz, esperaba con Cobardes un paso adelante en cuanto a la carrera fílmica de este dúo, pues iban a cambiar del tono tragicómico visto en Tapas a un registro mucho más dramático, exigente y de candente actualidad. Pero desgraciadamente, el tandem Corbacho&Cruz parece que no llega a funcionar en su máximo esplendor como lo hizo en Tapas y se diluye en forma de una obra menor a la que nos esperábamos.
Con unos originales títulos de crédito iniciales, mezclados a la par con un frenético montaje en forma de persecución callejera (abusivas, pues las veremos hasta tres veces en los escasos 90 minutos de cinta), Cobardes mantiene una estética bastante normalita y nada virtuosa, lo cual va en consonancia con el contexto del film y su entorno de grabación.
En primer lugar hablaremos de los puntos a favor que le encuentro a la obra de Corbacho&Cruz. Se nota que el guión está bastante trabajado y dirigido a un público adulta y con la cabeza bien amueblada (pese a la constante e irritante BSO). Me gusta la forma que C&C han adoptado para narrar la historia de Cobardes, con esa doble perspectiva que se da entre el acosador y el acosado. Hubiera sido muy fácil centrarse única y exclusivamente en lo mal que lo pasa el acosado, pero resulta todo un acierto intentar demostrar el porqué el acosador actúa de esa manera. A partir de aquí se construye un relato bien definido y con una realidad bastante evidente (salvando las distancias). Muy correcta veo la actitud tomada por C&C al no querer adoctrinar a su publico ni imponer ningún tufillo moral sobre el bien y el mal. Se posicionan, pero sin juzgar y sin caer en la evidencia, juegan con esa dualidad moral que pondrá en entredicho al espectador. Por último, decir que el plano final que cierra la cinta de Cobardes me parece el mejor de toda la película. En ese plano queda patente toda la filosofía expuesta y me parece que es el mejor final que podía tener.
Destacar también la labor en las actuaciones del reparto adulto de Cobardes. En especial de una correcta y sobria Elvira Mínguez, perfecta al igual que en su anterior colaboración en Tapas. Un jocoso Lluis Homar es también de lo mejorcito de la cinta en cuanto a reparto. Y por supuesto, una sorprendente Paz Padilla cambiando de registro y adquiriendo tintes dramáticos. Pese a que encuentro totalmente vacío y mal dibujado su personaje, es de agradecer su nuevo registro en el género del drama.
Ahora vayamos a los puntos débiles de Cobardes. Primero esa estética y montaje costumbrista, más propia de telefilme televisivo financiado por cualquier cadena privada que de una obra cinematográfica. Está bien que no quieran rodar una megaproducción, pero es de juzgado de guardia ver en el cine, algo que podría haber sido un capitulo largo de Hospital central o El comisario.
Por otro lado, no me ha gustado la escritura y construcción de los personajes. Me resultan vacíos y carentes de personalidad, sin llegar a profundizar lo más mínimo (ni siquiera en el protagonista). Son todos en su mayoría meros arquetipo preconstruidos (el niño bueno pero raro, el niño cabrón y malo, el padre despreocupado, la madre concienciada, el "amigo" regala-consejos ajeno a la familia, la chica que ayuda al niño bueno etc.
En contraposición a su reflejo de la realidad del mundo del acoso escolar o bullying quedan patentas algunas reacción totalmente falsas a lo largo de su visionado, como por ejemplo la actitud de acercamiento que tiene la chica hacia el chaval acosado, la cual no le importa relacionarse y salir con él, cosa que me parece de lo más irreal conociendo la personalidad de la chavalería actual. Ninguna chica de 15 años se dejaría ver con el apestado del instituto.
Y por último resaltar la nefasta actuación interpretativa de todo el elenco de adolescentes que completan el reparto de Cobardes. Me parece un pecado imperdonable la elección del personaje de Gaby (Eduardo Garé) y protagonista absoluto de la historia. Es vergonzante la interpretación que realiza, carente de implicación, emoción y sensibilidad. Cierto es que todavía es muy joven, pero seguramente habrían más chavales capaces de hacerlo mucho mejor, con mayor naturalidad y expresividad. Maneja los silencios con bastante acierto, pero cada vez que abre la boca para soltar alguna frase, la caga y mucho. El personaje femenino que le acompaña tampoco es que lo haga mucho mejor, pero a su favor está en que simplemente es un secundario, y no recae sobre ella el peso global de la cinta. Desde mi punto de vista, creo que el único que se salva es el acosador (Eduardo Espinilla), cerrando una actuación mínimamente aceptable y aprobada por los pelos.
Cobardes parte de una buena idea inicial pero se esperaba mucho más de ella. No es una continuación dramática de Tapas ni mucho menos y el elenco adolescente deja mucho que desear. Podrían haberse sacado mejores resultados de ella. Aceptable pero obra menor a su antecesora, Tapas. Puntuación: 6 sobre 10.
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viernes, 9 de mayo de 2008
Cobardes
Publicado por Jaime M. en 11:34
Etiquetas: Cine español, Críticas, Drama, Festivales
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2 comentarios:
Hola!!
Pues a mí la amiguita de Gaby me parece igual de nefasta que él... o incluso más! La niña lo hacemal, mal, mal... sea secundaria o terciaria!
Sí que es verdad que el niño no convence nada... pero con el rollo de que hace de niño con problemas de acoso e introvertido... pues se le podría encontrar una excusa a esa interpretación... pero lo de la niña no tiene nombre para mí!! Y al fin y al cabo, los papeles secundarios también tienen su reconocimiento, así que no cree que eso sea excusa para una mala actuación.
Pero bueno, sea como sea... independientemente de cuál de los niños lo hace peor... quien no tiene perdón es el director de casting!
besistos!!
En general, todo el reparto de chavales está suspendido con creces. Pero a lo que no le encuentro sentido es la elección del personaje principal de Gaby, pues es el personaje que lleva todo el peso de la película, y si lo hace mal se hunden él y la película.
Los secundarios están reconocidos por supuesto, pero no se le puede pedir el mismo compromiso con el proyecto a una chica que dice 3 frases contadas de guión y 5 minutos globales en la cinta, que al actor que sale en el 90% de las secuencias y casi siempre con texto. Él se tenía que haber exigido mucho más si quiere continuar con la carrera profesional como actor. Ella suspendida también, pero no se pueden comparar.
Para mi estuvo al mismo nivel que Elegy. Cobardes me defraudo, pero es que Elegy me defraudo enormemente. Corbacho llevaba una película solamente a sus espaldas, la Coixet llevaba 5 largometrajes y 3 documentales. Imperdonable el retrato formado en Elegy.
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