Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal: pues casi 20 años han tenido que pasar desde la última entrega (La última cruzada) de la famosa saga creada por el tándem generador de taquilla y dólares, Steven Spielberg en los mandos de la dirección y George Lucas a cargo de la historia y la producción. Nadie puede negar la innata capacidad, tanto de Spielberg como de Lucas, para concebir y crear productos de entretenimiento que colmaran las expectativas de grandes y pequeños. Hace 25 años eran los reyes de Midas de Hollywood, y ciertamente hoy en día lo siguen siendo. Siguen siendo unos genios en fabricar entretenimiento sano a base de mezclar aventuras, acción y amor; todo ello aderezado de notables guiones que convertían todas y cada una de sus respectivas producciones en taquillazos sin paliativos. El resultado final con esta cuarta entrega de Indy y el reino de la calavera de cristal es un aceptable producto de agradables aventuras, lleno de acción, emoción, misterio, humor y romance. Donde cojea un poco quizá es en la historia, muy por debajo de sus tres antecesoras, pero aun así es una propuesta muy digna y salvable en buena manera gracias a la implicación total que ejerce Harrison Ford en Indiana Jones y el reino de la calavera.
La historia se centra en 1957, en plena guerra fría que enfrenta a los dos países más importantes del planeta, EEUU y URSS. Una vez más –y ya van cuatro- Harrison Ford se enfunda el sombrero y el látigo que tanto le caracterizan, para dar vida a Indy, uno de los personajes más míticos de toda su filmografía junto a Han Solo de Star Wars. En esta ocasión, nuestro querido Indy, estará acompañado por el joven Mutt (Shia LaBeouf) quien le pide ayuda para encontrar al profesor Oxley (John Hurt), viejo conocido de Indy. Las pistas que tienen son una carta de Oxley para Indy, y como no, una vieja leyenda sobre la calavera de cristal. Tan preciado tesoro, también es buscado por Irina Spalko (Cate Blanchett), la malvada capitana soviética que conoce de sobra a Indy y todas sus triquiñuelas.
Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal funciona perfectamente durante todo el metraje. Pese a las dos horas de duración el ritmo de la proyección no decae en ningún momento gracias a las espectaculares escenas de acción, rodadas con pulso firme a cargo del maestro del espectáculo, Steven Spielberg, y a las salidas humorístico-sarcásticas de nuestro héroe Indy. Y es que al fin y al cabo, Indy es el mismo de hace 20 años. Harrison Ford está cambiado, con más canas y más arrugas en la cara (y eso que el photoshop hace maravillas), pero su personaje permanece inalterable al paso del tiempo, destilando carisma y portento a raudales. A su lado y en contraposición a la experiencia de Indy tenemos a Mutt, un joven rebelde que a priori no tiene nada de parecido con Indy, pero que finalmente acabará como mero aprendiz del maestro que es Indiana Jones (efectivamente y al igual que en Star Wars, Lucas nos cuela la relación, jedi-padawan o maestro-aprendiz).
Uno de los personajes que más me han gustado de esta entrega de Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, es el de Marion Ravenwood, madre del joven Mutt y que finalmente se ve involucrada en la historia. Su personaje aporta otras buenas dosis de humor, muy en consonancia con el de Indy, y es que Marion es de las pocas mujeres capaces de emocionar a Indiana Jones, y la única de la que nuestro héroe se enamoró.
Y por último –que no menos importante- encontramos a Irina Spalko, la villana de esta tercera secuela perfectamente interpretada por Cate Blanchett. Quizá a todo un portento de actriz como es Blanchett, su personaje de enemiga de Indy se le queda un poco pequeño, pero queda resulto de forma brillante es las secuencias en las que aparece. Si algo se le puede echar en cara es ese aspecto totalmente irreal y manido de ucraniana de los años 50, con ese pelo casi humorístico que para nada ayuda a la confección del personaje. Por último, y fallo garrafal de la dirección artística y de actores es el nulo movimiento en la peluca de Irina durante las escenas de acción de la cinta. Error gravísimo.
En resumen, Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal es una correcta producción en consonancia con lo visto en las anteriores sagas. Continúa en la estela ofrecida 25 años atrás pero mejorándola evidentemente en los aspectos visuales y digitales. Es 100% cine de entretenimiento, y como tal lo verdaderamente importante es su objetivo, el cual consigue cumplir satisfactoriamente. No busquen realismo, ni guión, ni fotografía, solamente ganas de disfrutar en la butaca como un enano viendo a Indy saltar, correr, escapar y luchar contra las malvadas tropas soviéticas. Entretenida cinta de acción con las dosis justas de emoción, humor y romance. Puntuación: 7 sobre 10.
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sábado, 7 de junio de 2008
Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal
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1 comentario:
Bueno debo decir que no me gusta Indiana Jones, la verdad no le veo la gracia, pero bueno entre gustos no hay disgustos. Pero por lo que he leido, esta cuarta parte ha sido la más pobre de toda la saga.
Listo, ya estas agregados en mis Blogs Amigos,
Saludos!!!
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