Fuera de carta: ¿que haces un sábado por la tarde del mes de Abril? Pues que mejor que irte al cine con tu pareja a evadirte un poco de la realidad, a relajar la mente y de paso todo sea dicho, a zamparte un cubo de palomitas y coca-cola grande. 17:30 horas. Ahí estábamos mi novia y yo, perplejos frente a las taquillas de los cines viendo como se nos iban por tierra nuestras esperanzas de ver Elegy, lo último de la Coixet. Bueno, no pasa nada, veremos Rebobine por favor del rompedor Michel Gondry. Meeeeeck! Tampoco estaba en cartelera. Y es que desgraciadamente el cine más comercial se está imponiendo en favor del cine independiente o con menor distribución, relegando a títulos como Elegy o Rebobine por favor a escasos cines de barrio. Y ahí estábamos los dos, hundidos y viéndonos dentro de 20 minutos en alguna macrosala visionando algún producto megacomercial. Me niego, me niego a dar un euro más a la industria americana de los FX y el estruendo. Antes barro para casa y vemos Fuera de carta, que Javier Cámara no suele defraudar y además le han dado el premio a Mejor actor en la última edición del Festival de Málaga. Total que al poco tiempo estábamos sacando las entradas y de alguna forma, potenciando el cine nacional que tanta falta le hace, mientras algunos pequeños y medianos adolescentes (todos iguales eso si) se debatían entre ir a ver Casi 300, Retratos del más allá, 10.000 o Jumper por citar sólo unas pocas. En fin..., todos hemos sido adolescentes.
Bueno y tras este ladrillo comentaré a grandes rasgos lo que me ha parecido la cinta del novato realizador y ex-guionista de 7 Vidas y Aída, Nacho G. Velilla. Pues me ha parecido eso, un capitulo largo de Aída o 7 vidas visto en pantalla grande. Aunque a grandes rasgos destaco la soltura con la que se mueve el novel director dentro del mundo del celuloide. Tras ver el trailer de Fuera de carta en ¿Juno? creo, no me esperaba gran cosa de esta producción española con cierto regusto a las comedias del destape de los 70 y 80, y pensaba que la mayoría de los mejores gags o chistes estarían incluidos en dicho trailer (como el del enfermero mariquita que es despedido del banco de semen; si queréis saber porque ir a verla o seguir leyendo). Pero cual fue mi sorpresa que esto no sucede así del todo; es decir, gran parte de la simpatía y mala leche de la película se conserva durante todo el visionado de esta gracias a la inclusión de chistes y gracietas bien resueltas que mantienen un tono visual rápido y fresco.
La principal baza de Fuera de carta recae en el trato de la homosexualidad desde una perspectiva desenfada de la comedia con resultados de sensibilidad, humanismo y una ironía que pueden hacer sonreír a todo el mundo. Aunque parezca increíble la película no peca de frívola y superficial. El uso de palabras malsonantes es moderado, y tampoco hay un abuso de chistes de risa fácil. Se mueve más en el terreno del humor sutil y la ironía, dotándola de cierta elegancia, en un marco agradable y fácil de ver.
En cuanto al trabajo de los actores de Fuera de carta, recalcar que están sencillamente perfectos. Por encima de todos ellos destaca un inmenso Javier Cámara, resultando ingenioso y oportuno a partes iguales. Me ha encantado su papel de gay moderno que lleva un restaurante de alta cocina y que no se entiende con sus hijos, los cuales tiene que cuidar por obligación. Una vez más, Javier Cámara demuestra que se mueve como pez en el agua provocando la risa de la gente, y dominando como pocos el género de la comedia.
El que me ha sorprendido bastante y gratamente ha sido Fernando Tejero, quien, aunque todavía no consigue desprenderse de su personaje como portero de Aquí no hay quien viva, mantiene una gracia natural en su papel en Fuera de carta, el cual interpreta prácticamente desde la innata naturalidad que emana el actor. Por fin vemos al Tejero gracioso que vimos en Días de fútbol y no al estereotipo de El penalti más largo del mundo o Días de cine.
Destacar también el sonoro y sorprendente cambio de registro que adopta la actriz Lola Dueñas como mujer fatal, histérica, desinhibida y loca por los hombres. Aunque no me terminó de convencer su personaje, me gustaron algunas de sus divertidas apariciones llenas de enredos y salidas de tono brillantes.
En resumen, Fuera de carta es la típica comedia española (bastante superior a la media) bien resuelta con la que echar carcajadas durante poco más de 90 minutos. Con la estética de serie nacional, el director Nacho García Velilla nos muestra una comedia coral que tiene como tema central la homosexualidad. Ante todo, Fuera de carta es una crítica social que se mueve entre la ironía y la comedia. El resultado final es una comedia costumbrista y de la calle. Diálogos cercanos con ingeniosas frases, bromas verbales y gags acompañados por situaciones ridículas arrancan más de una carcajada. A pesar de su previsible trama argumental, con su final feliz y todo, el film no llega a decaer en ningún momento. Puntuación: 6,5 sobre 10.
Por cierto, al enfermero gay que trabajaba en el banco de semen lo despidieron por beber en el trabajo ;)
Bueno y tras este ladrillo comentaré a grandes rasgos lo que me ha parecido la cinta del novato realizador y ex-guionista de 7 Vidas y Aída, Nacho G. Velilla. Pues me ha parecido eso, un capitulo largo de Aída o 7 vidas visto en pantalla grande. Aunque a grandes rasgos destaco la soltura con la que se mueve el novel director dentro del mundo del celuloide. Tras ver el trailer de Fuera de carta en ¿Juno? creo, no me esperaba gran cosa de esta producción española con cierto regusto a las comedias del destape de los 70 y 80, y pensaba que la mayoría de los mejores gags o chistes estarían incluidos en dicho trailer (como el del enfermero mariquita que es despedido del banco de semen; si queréis saber porque ir a verla o seguir leyendo). Pero cual fue mi sorpresa que esto no sucede así del todo; es decir, gran parte de la simpatía y mala leche de la película se conserva durante todo el visionado de esta gracias a la inclusión de chistes y gracietas bien resueltas que mantienen un tono visual rápido y fresco.
La principal baza de Fuera de carta recae en el trato de la homosexualidad desde una perspectiva desenfada de la comedia con resultados de sensibilidad, humanismo y una ironía que pueden hacer sonreír a todo el mundo. Aunque parezca increíble la película no peca de frívola y superficial. El uso de palabras malsonantes es moderado, y tampoco hay un abuso de chistes de risa fácil. Se mueve más en el terreno del humor sutil y la ironía, dotándola de cierta elegancia, en un marco agradable y fácil de ver.
En cuanto al trabajo de los actores de Fuera de carta, recalcar que están sencillamente perfectos. Por encima de todos ellos destaca un inmenso Javier Cámara, resultando ingenioso y oportuno a partes iguales. Me ha encantado su papel de gay moderno que lleva un restaurante de alta cocina y que no se entiende con sus hijos, los cuales tiene que cuidar por obligación. Una vez más, Javier Cámara demuestra que se mueve como pez en el agua provocando la risa de la gente, y dominando como pocos el género de la comedia.
El que me ha sorprendido bastante y gratamente ha sido Fernando Tejero, quien, aunque todavía no consigue desprenderse de su personaje como portero de Aquí no hay quien viva, mantiene una gracia natural en su papel en Fuera de carta, el cual interpreta prácticamente desde la innata naturalidad que emana el actor. Por fin vemos al Tejero gracioso que vimos en Días de fútbol y no al estereotipo de El penalti más largo del mundo o Días de cine.
Destacar también el sonoro y sorprendente cambio de registro que adopta la actriz Lola Dueñas como mujer fatal, histérica, desinhibida y loca por los hombres. Aunque no me terminó de convencer su personaje, me gustaron algunas de sus divertidas apariciones llenas de enredos y salidas de tono brillantes.
En resumen, Fuera de carta es la típica comedia española (bastante superior a la media) bien resuelta con la que echar carcajadas durante poco más de 90 minutos. Con la estética de serie nacional, el director Nacho García Velilla nos muestra una comedia coral que tiene como tema central la homosexualidad. Ante todo, Fuera de carta es una crítica social que se mueve entre la ironía y la comedia. El resultado final es una comedia costumbrista y de la calle. Diálogos cercanos con ingeniosas frases, bromas verbales y gags acompañados por situaciones ridículas arrancan más de una carcajada. A pesar de su previsible trama argumental, con su final feliz y todo, el film no llega a decaer en ningún momento. Puntuación: 6,5 sobre 10.
Por cierto, al enfermero gay que trabajaba en el banco de semen lo despidieron por beber en el trabajo ;)
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1 comentario:
Querías atrapar a los lectores poneindo el chiste al final...eh listillo..? :P:P
No comparto demasiado lo del humor sutil... (no es un humor tan barriobajero y simplón como el dE Aída... xo de ahí a "sutil"..:S) pero totalmente de acuerdo en todo lo demás!
como actores... a mí quienes no me convencen en absoluto son el hijo y Tejero... (por no hablar de doña Rastitas_Africa_de_los_Serrano... ¬¬! Sólo le faltaba la carpetita de colegiala para que me pensara que estábamos de vuelta entre Marcos y Evas...!) Xo Lola Dueñas sí... me encantó... esas maravillosas uñas de putón sofisticado hacen que me crea su papel al 100%!!!:P
PD: y sí... lástima de la adolescencia valenciana que hace que en ese cine sólo pongan las pelis que ponen... Pero viva las palomitas en el cine!!! :D:D YUHU!! :D
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